Este estanque surgió como consecuencia de la celebración de la Exposición de Filipinas en 1887 en el Parque del Retiro, en lo que fueron los terrenos del denominado Campo Grande, para servir de complemento a la gran estufa o Palacio de Cristal, con la que se funde paisajística y formalmente. En la orilla meridional del estanque se proyectó una rocalla y sobre ella un pabellón neonazarí, además de otros elementos, como un puente de madera, todos ellos desafortunadamente desaparecidos; el conjunto se debe al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.

El estanque constituye el segundo en importancia del Parque del Retiro, tras el Grande. Su perímetro está cerrado por una pequeña reja metálica, a excepción de su frente occidental, en donde se disponen las gradas del Palacio de Cristal y una balaustrada corrida de piedra ornada con jarrones.

© Antonello Dellanotte