Fue proyectado por el arquitecto Isidro Velázquez por encargo del Ayuntamiento de Madrid para conmemorar a los héroes del 2 de mayo de 1808, cuyos restos descansan en el sarcófago central. Está organizado en tres cuerpos sobre un zócalo: el inferior, planteado como un panteón, elevado sobre una base escalonada; el central adornado con cuatro esculturas en cada frente; y el superior, formado por un obelisco de planta cuadrada y remate apiramidado. En el cuerpo bajo, y hacia el Paseo del Prado, un hueco resguarda el sarcófago entre crespones, mientras que en el frente opuesto un relieve escenifica el león de Francia pretendiendo devorar a España, representada en la figura de un niño, que se aparta sosteniendo el escudo de sus reinos y una lanza. Bajo la urna mortuoria, en el basamento, se sitúa la leyenda «Honor a todos los que dieron su vida por España» y, más abajo, en la cima de la escalinata, arde de continuo la llama votiva por los que dieron su vida por la patria. El monumento lo completan dos grandes lápidas con textos alusivos, una cornisa con acróteras en los ángulos y el tondo con el relieve de los héroes Daoiz y Velarde y distintos elementos decorativos.